El cine llegó a El Poble Nou de Benitatxell durante el período de la II República, momento de eclosión artística y cultural y de intentar llevar la cultura a las zonas rurales.
En 1934, el constructor Ambrosio Cervera junto al médico Vicente Noguera instalaron el primer cine del pueblo en la entrada del pueblo por Teulada (actual Avenida de Alicante) en el lugar que se conoció más tarde como “placeta de Hernandes”. Aunque, quien se hizo cargo de la gestión del cine desde bien joven fue el hijo de Ambrosio, Juanito Cervera, quien contaba, según sus hijas, que iba a València a contratar películas con pantalones cortos, vestimenta característica de los jóvenes de la época.
Aunque el cine llegó en el periodo de la II República, durante la Guerra Civil (1936 – 1939), en el cine se realizó principalmente teatro por la falta de películas.
Diez años después de la apertura del primer cine, en 1944, Pedro Marqués abrió un nuevo cine en el edificio donde nos encontramos. No obstante, el negocio de cine de Pedro duró poco tiempo.
En 1945 las dos empresas de cine que había en el pueblo permutaron los locales. De este modo Ambrosio Cervera adquirió este cine que pasó a llamarse Cine Cervera y estuvo regentado por él y su familia, siendo su hijo Juanito el principal encargado de la gestión del cine y de la adquisición de películas.
Durante los años treinta y parte de los años cuarenta el cine fue mudo, hasta que en 1948 apareció el cine sonoro con la película "El negro que tenía el alma blanca".
Durante el periodo de la posguerra y parte del franquismo las películas sufrieron la censura falangista y, sobre todo, de la Iglesia Católica, que llegó a poner carteles informativos en la puerta de la iglesia parroquial con las valoraciones morales y religiosas de las películas.
El cine Cervera además de la proyección de películas también destacó como espacio de ocio recreativo y tuvo una importante actividad cultural, realizándose sainetes, presentaciones de fiestas, la coronación de la reina o la entrega de regalos el día de reyes.
El cine cerró al público en 1985 tras haberse convertido durante más de 40 años en el espacio cultural y de relaciones sociales y amorosas más importante del municipio.
De este edificio cabe destacar su fachada, con un estilo arquitectónico y artístico que se podría englobar dentro del modernismo popular y que es muy característico de algunas de las casas de los barrios marítimos de València.
El cine llegó a El Poble Nou de Benitatxell durante el período de la II República, momento de eclosión artística y cultural y de intentar llevar la cultura a las zonas rurales.
En 1934, el constructor Ambrosio Cervera junto al médico Vicente Noguera instalaron el primer cine del pueblo en la entrada del pueblo por Teulada (actual Avenida de Alicante) en el lugar que se conoció más tarde como “placeta de Hernandes”. Aunque, quien se hizo cargo de la gestión del cine desde bien joven fue el hijo de Ambrosio, Juanito Cervera, quien contaba, según sus hijas, que iba a València a contratar películas con pantalones cortos, vestimenta característica de los jóvenes de la época.
Aunque el cine llegó en el periodo de la II República, durante la Guerra Civil (1936 – 1939), en el cine se realizó principalmente teatro por la falta de películas.
Diez años después de la apertura del primer cine, en 1944, Pedro Marqués abrió un nuevo cine en el edificio donde nos encontramos. No obstante, el negocio de cine de Pedro duró poco tiempo.
En 1945 las dos empresas de cine que había en el pueblo permutaron los locales. De este modo Ambrosio Cervera adquirió este cine que pasó a llamarse Cine Cervera y estuvo regentado por él y su familia, siendo su hijo Juanito el principal encargado de la gestión del cine y de la adquisición de películas.
Durante los años treinta y parte de los años cuarenta el cine fue mudo, hasta que en 1948 apareció el cine sonoro con la película "El negro que tenía el alma blanca".
Durante el periodo de la posguerra y parte del franquismo las películas sufrieron la censura falangista y, sobre todo, de la Iglesia Católica, que llegó a poner carteles informativos en la puerta de la iglesia parroquial con las valoraciones morales y religiosas de las películas.
El cine Cervera además de la proyección de películas también destacó como espacio de ocio recreativo y tuvo una importante actividad cultural, realizándose sainetes, presentaciones de fiestas, la coronación de la reina o la entrega de regalos el día de reyes.
El cine cerró al público en 1985 tras haberse convertido durante más de 40 años en el espacio cultural y de relaciones sociales y amorosas más importante del municipio.
De este edificio cabe destacar su fachada, con un estilo arquitectónico y artístico que se podría englobar dentro del modernismo popular y que es muy característico de algunas de las casas de los barrios marítimos de València.